ALQUIMIA

Dad vueltas a la caldera,
echad tripas con veneno,
sapo que en la piedra fría
treinta y un días durmiendo
hiciste veneno ardiente,
se tú en hervir el primero.
Dobla, dobla tu trabajo,
abrasen fuego y caldero.

—La canción de las Brujas de Macbeth, Acto IV, Escena I

 

La alquimia ha representado infinidad de cosas para la gente. Históricamente, fue una manera de buscar conocimiento. Sus practicantes veían los diversos experimentos como guías para mejorar personalmente y alcanzar un mayor conocimiento del mundo que les rodeaba. En mitología, los dioses creadores como Vulcano realizaron trabajos cuyos poderes y sofisticación estaban más allá de los sueñas de los hombres. En las novelas de escritores de ficción, puede ser cualquier cosa desde el trabajo de toda una vida de unos cuantos individuos privilegiados, hasta los experimentos de inventores locos. En los juegos de rol de fantasía, es uno de los elementos más interesantes y peor tratados que un DJ puede añadir a sus partidas.

 

ALQUIMIA EN LA HISTORIA

"La extracción del alma de la plata o el oro, aunque para la alquimia vulgar no 10 sea, es mera diversión,

—Alexander Seton, uno de los alquimistas de más "éxito" (y charlatán) del Renacimiento, alrededor de 1.600 dC.

Con pequeñas variaciones culturales, la alquimia y sus principios se desarrollaron en casi todas las sociedades del mundo. En ciertas regiones surgieron fuertes tradiciones alquímicas como en la antigua China, Australia, India, Arabia, Egipto, Grecia, la Europa céltica, y en América del Sur y Central. Sin embargo, parece ser que la alquimia surgió entre los habilidosos metalurgos del Oriente Medio, más concretamente en Mesopotamia. Desde aquí la práctica se extendió hacia el este y el oeste a lo largo de las rutas de caravanas. Además, la alquimia ha influido en las religiones más importantes como son la Cristiandad, el Daoísmo (NdT: Religión de origen indio, similar o parecida al Budismo y el Brahmanismo, que más tarde se difundió por China), el Islam y otras. También conocida como "Ars Magna" o gran arte, el estudio de la alquimia se codificó por primera vez (se escribió) en Alejandría, Egipto. El corazón de la teoría alquímica se atribuye a la Tabla Esmeralda de Hermes Trimegisto. Esta tabla fue descubierta en una caverna egipcia aprisionada en las manos momificadas de Hermes por Alejandro Magno. La trascripción siguiente corresponde a todo el texto de la Tabla Esmeralda, traducida al castellano.

 

Alquimia, la operación del Sol

"Es verdad incontestable, cierto y aún más auténtico, que lo que hay abajo es como lo que hay arriba y que lo que hay arriba es como lo que hay abajo, para acometer los milagros del uno.”

"Y como todas las cosas que han sido, y que provienen del Único y de la meditación del Único; así todas las cosas han nacido de esta única casa por adaptación.”

"El Sol es el padre y la Luna es la madre.”

"El Viento lo ha transportado en su vientre y la Tierra es su ama de cría. El padre de toda la perfección [Telesmus] de todo el mundo está aquí.”

"Su poder o fuerza está completo si retorna a la tierra.”

"Él separará la Tierra del fuego, lo sutil de lo vulgar, suavemente, con gran ingenuidad.”

"Se eleva de la Tierra al cielo y vuelve a descender a la Tierra, y recibe la fuerza de las casas inferiores y superiores.”

"Él obtendrá por estos medios la gloria de todo el mundo. Y en adelante toda la oscuridad huirá de Él.”

“De esto serán y procederán adaptaciones formidables, ya que las medias están aquí.”

"Y esto es porqué me llamo Hermes Trimegisto, ya que paseo las tres partes de la filosofía de todo el mundo.

"Y así acaba, todo lo que he dicho sobre la operación del Sol”

—Hermes Trimegisto, alrededor de 1.000 aC, Tabula Smaragdina (La Tabla Esmeralda).

 

Inicialmente, este extravagante texto puede parecer incomprensible, pero para los alquimistas este trabajo tiene un gran significado. Contiene las doctrinas de la unidad cósmica y la relación interior de todas las partes. Alejandro llevó este conocimiento a Grecia, donde fue traducido de los Jeroglíficas Fenicios al Griego. Estas escritos fueron formalizados y expandidos por una serie de escritores conocidas como Herméticos. Su estudio ha llegado a conocerse como la Filosofía Hermética.

En esta etapa, la alquimia consistía en una combinación de conocimiento mágico, filosofía natural griega y conocimiento práctico de la metalurgia. Mucho más adelante, la herejía cristiana Gnóstica insufló la primitiva doctrina de su religión en el corazón del trabajo, manteniendo su práctica viva durante la Edad Oscura.

El estudio de la alquimia experimentó un resurgimiento en la Europa Occidental durante el siglo XIII. Estimulados por influencias árabes, la práctica alcanzó el cenit durante los siglos XV y XVI. Aunque algunos alquimistas fueron quemados en hogueras, muchos obtuvieron el patrocinio de reyes, arzobispos e incluso papas. Se han documentado diversos tipos de alquimistas históricos. Los estudiosos de la alquimia o "adeptos" se interesaban en las visiones filosóficas obtenidas través de la alquimia. Los adeptos pretendían conocer grandes secretos; los misterios más íntimos de la alquimia. Los "sopladores" restringieron sus intereses a problemas prácticos de metalurgia, incluyendo la transmutación de los metales. Su nombre proviene de manejar los fuelles de sus hornos. El "charlatán" sólo ambicionaba separar a los incautos de su dinero gracias a las estafas y las farsas. Su táctica habitual consistía en engañar al prójimo haciéndoles creer que habían convertido metal en oro.

La alquimia contiene aspectos tanto espirituales como prácticos, así como matices religiosos. La filosofía de la alquimia asegura que el cosmos es algo armonioso, unificado y difundido por un espíritu universal. En la práctica, los alquimistas intentaron concentrar y purificar la materia en una sustancia que contuviese ese espíritu universal; la famosa Piedra Filosofal. Sólo aquella persona espiritualmente pura podía ser un alquimista. En otras palabras, para poder crear oro, uno debía ser lo suficientemente puro como para no querer oro. Otra doc trina de la alquimia proclama que todas las formas de la materia son en revalidad una, teniendo el mismo origen. Las formas individuales de la materia aparecen a través de un proceso evolutivo, haciendo creer a los alquimistas que todos los metales están vivos. Por ejemplo, el metal desea ser mejor convirtiéndose en el más puro de todos los metales, el oro. Tomando como referencia este proceso, el fin último de los alquimistas es transformar sus almas en algo mucho más puro y elevado.

En el ámbito práctico, los alquimistas se centran en los poderes de la transmutación, la curación de enfermedades, prolongar la vida eternamente. y otros milagros. Es más, usando el espíritu universal, los alquimistas pueden crear un hombre artificial u "homúnculo". El objetivo principal de la mayoría de los alquimistas es la creación de la Piedra Filosofal; una sustancia que puede darse en forma líquida (elixir) o sólida (tintura). Esta "piedra" puede transmutar el metal en oro, la enfermedad en salud, la edad en juventud, y el hombre pecaminoso en uno de alma pura. La alquimia no se basa tanto en los principios de la química como en los rituales de purificación y destilación de los elementos. Por ejemplo, el agua destilada unas cinco mil veces con ciertas condiciones puede producir el Elixir de la Juventud.

La alquimia permanece oculta bajo una terminología oscura. Esta ofuscación es deliberada, ya que pretende confundir a los neófitos sobre su naturaleza. Por ejemplo, la frase "el Sol es tragado por el Dragón Verde" significa que el oro se en Aqua Regia. Debido a este oscurantismo, los farsantes desisten. Los anagramas, enigmas, códigos, numerología acrósticos disfrazan las ideas alquímicas. Por ejemplo, la Piedra filosofal es designada por la palabra Azoth, formada por inicial (A) seguida de la última (Z) en los alfabetos griego y hebreo. Esto significa que la Piedra Filosofal es principio y el fin de todas las cosas. Para disfrazar sus experimentos, los alquimistas recurrían también a alegorías y fábulas mitológicas cuando describían los procedimientos.

El estudio de la alquimia además de ser frustrante, presenta innumerables obstáculos en el camino hacia la Piedra Filosofal.  Las distracciones son muchas; a menudo los crisoles se rompen fluidos se evaporan en momentos críticos, arruinando los experimentos. Y este no el único peligro. Los impacientes y avariciosos patrones no vacilaban en emplear torturas o amenazas como acicates. Aún más, si la gente del pueblo llegaba a sospechar que un alquimista había descubierto la Piedra Filosofal, acosarlo en plan muchedumbre para conseguir dosis del Elixir. Históricamente, unos cuantos alquimistas perdieron bajo estampidas furiosas.

A menudo, los grandes alquimistas escribían libros de magia llamados "Grimorios", que contenían fórmulas y rituales del Habitualmente estos libros han sido atribuidos a figuras del pasado. Por ejemplo, la Clave Menor de Salomón, pergeñado en el siglo XIII ha sido atribuido supuestamente al Salomón bíblico. Contienen magia blanca. que puede ser usada con seguridad sólo si se observan los rituales apropiados de purificación. Este grimorio consiste en largos, complejos y elaborados rituales que desembocan en la producción de un estado casi impasible de pureza espiritual. Estos rituales están muy influenciados por la astrología y se centran principalmente en la invocación de sirvientes demoníacos. El ritual de purificación es necesario para proteger el alma de la influencia maligna. Todos premisas los alquimistas intentaron adquirir estos textos para sus bibliotecas personales. Los grimorios del pasado mantienen vivo hoy en día el conocimiento y la experiencia de la alquimia medieval.


ALQUIMIA EN LA FANTASIA


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