Historias de Beldar "Lirion y Alanna" . Capitulo II

 Capítulo 2: Los Encuentros Secretos

Tras ese mágico primer encuentro en el bosque, Lirion y Alanna ansiaban encontrarse de nuevo. Ambos se sentían atraídos por la naturaleza y la belleza del mundo de Beldar, y su amor compartido por la magia los unía. Sabían que su amistad era inusual, pero su conexión era tan fuerte que no podían ignorarla.

Lirion se aventuraba cada vez más lejos en el bosque humano, cruzando la frontera entre los reinos de elfos y humanos con más frecuencia. A menudo llevaba pequeños tesoros naturales para Alanna: flores silvestres, piedras brillantes y plumas de aves exóticas. Cada obsequio llevaba consigo el cariño y la promesa de su próximo encuentro.

Con el tiempo, sus reuniones se volvieron más frecuentes y confiadas. Aunque se reunían en secreto, compartían sus sueños y aspiraciones como si fueran almas gemelas destinadas a encontrarse. Alanna había comenzado a aprender los fundamentos de la magia de Beldar con la ayuda de Lirion. El joven elfo la guiaba en la comprensión de los elementos naturales y la conexión entre todos los seres vivos.

Alanna, a su vez, le enseñaba a Lirion sobre la música, una forma de magia en sí misma. Su voz, su canto y su habilidad para tocar instrumentos como la flauta y el arpa encantaban a Lirion. La música se convirtió en una parte esencial de su amor, una forma de comunicarse a través de las notas y melodías que creaban juntos.

Una de las noches más memorables de su romance secreto ocurrió en medio de un claro del bosque iluminado por la luna. Lirion había llevado su arpa, y Alanna cantaba canciones antiguas sobre la belleza de Beldar y la magia que lo sostenía. Mientras la melodía flotaba en el aire, el bosque parecía cobrar vida. Luces de hadas bailaban alrededor, y los árboles se mecían al ritmo de la música.

En ese momento mágico, Lirion y Alanna se abrazaron y se besaron por primera vez. El beso fue como una promesa de amor eterno, y bajo la luz de la luna, prometieron mantener viva su relación a pesar de todos los obstáculos.

A medida que su amor crecía, también lo hacían los riesgos. Los elfos de Aranthalas comenzaron a notar la ausencia frecuente de Lirion en el bosque, y algunos comenzaron a sospechar. Había rumores de un elfo que estaba relacionado con una humana, y estas habladurías llegaron a oídos de los ancianos del pueblo.

Una noche, mientras Lirion y Alanna se encontraban en su claro especial, un grupo de elfos sorprendió a la pareja. Lirion y Alanna intentaron escapar, pero los elfos los rodearon. Los ancianos expresaron su decepción y preocupación por la relación de Lirion con una humana. Lo acusaron de traicionar la tradición y poner en peligro la seguridad del pueblo.

Lirion defendió su amor por Alanna, asegurando que ella no era una amenaza para los elfos y que compartía su amor por la naturaleza. Pidió comprensión y tolerancia, pero los ancianos eran inflexibles. Con gran pesar, lo desterraron del bosque élfico. Lirion se vio forzado a abandonar el lugar que había sido su hogar durante toda su vida, sin saber cuándo podría regresar.

El exilio de Lirion no solo afectó su vida, sino que también cambió a Alanna. Separada de su amor y preocupada por su seguridad, su relación con el mundo humano comenzó a desmoronarse. Los humanos, temerosos de su cercanía con un elfo, comenzaron a aislarla. Alanna se volvió solitaria y triste, anhelando la compañía de Lirion.

Mientras tanto, Lirion vagabundeaba por los vastos bosques de Beldar, encontrando refugio en la compañía de los seres de la naturaleza que conocía desde su infancia. Oraba a los espíritus del bosque y buscaba respuestas sobre su destino. Su amor por Alanna lo guiaba, y su corazón anhelaba el día en que pudiera regresar a su lado.

A medida que el tiempo pasaba, Lirion y Alanna enfrentaban pruebas cada vez mayores. A medida que su amor era puesto a prueba, luchaban por mantener la promesa que se habían hecho mutuamente bajo la luna de Beldar. Su historia, una mezcla de pasión y adversidad, se convertiría en una leyenda de amor que trascendería el tiempo.

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