Historia de Beldar: La Hucha del Dragón

Los Bancos Más Reconocidos de Beldar: Historias y Leyendas

El sistema financiero de Beldar es tan variado y complejo como sus propias culturas. Desde las fortunas de oro acuñado hasta los intangibles favores mágicos, la riqueza en este mundo adopta muchas formas, y los bancos que la custodian son reflejos de las sociedades que los crearon. Cada bóveda guarda no solo tesoros, sino también secretos, ambiciones y legados milenarios

La Hucha del Dragón

• Raza Mayoritaria: Humanos y Razas Minoritarias (como Gnomos de la Cueva, Medianos de la Colina, etc., que coexisten en la frontera)

• Ubicación: Liefenb (Thadïl)

• Monedas Usadas: Piedras de Sangre de Cristal (actualmente), Escamas de Dragón (históricamente)

Historia Ampliada:

En la áspera y desafiante ciudad fortificada de Liefenb, en el corazón de las Tierras de Thadll, un lugar donde la supervivencia es una constante lucha contra las incursiones de criaturas monstruosas y los elementos implacables, se alza La Hucha del Dragón. Este banco, rudimentario pero vital, fue fundado por Kael "Mano Dura" Stonebeard, un antiguo cazador de dragones y un líder pragmático, en las postrimerías de la Primera Edad de Beldar.

En aquella era primigenia, cuando los grandes dragones aún surcaban los cielos y sus batallas dejaban a menudo escamas desprendidas como trofeos de su poder, Kael reconoció el valor intrínseco de estas. Las escamas de dragón, que ya poseían un valor como material de artesanía, protección y símbolo de poder, se convirtieron en la moneda de facto en Thadll. Kael estableció un sistema donde cada escama, cuidadosamente clasificada y autentificada, tenía un equivalente en oro puro, certificado por el banco, convirtiéndolas en la divisa más estable y segura en una región de fronteras salvajes. La Hucha del Dragón se convirtió en el custodio de esta riqueza única, no solo aceptando depósitos de escamas, sino también financiando expediciones de caza y defendiendo la ciudad.

Sin embargo, el destino tenía otros planes. Al final de la Primera Edad, los grandes dragones desaparecieron misteriosamente de Beldar, un evento cataclísmico que dejó un vacío inmenso en el mundo y, para La Hucha del Dragón, un colapso económico inminente. De la noche a la mañana, las "monedas" de escamas de dragón se volvieron increíblemente escasas, casi imposibles de adquirir, dejando a la población de Thadll al borde de la ruina económica.

El banco enfrentó su mayor crisis. La dirección de La Hucha del Dragón, ahora liderada por los descendientes de Kael y un consejo de ancianos de las razas minoritarias, tomó una decisión audaz: cambiar de moneda. Tras un período de gran incertidumbre y dificultad, forjaron un nuevo sistema de valor basado en las Piedras de Sangre de Cristal. Estos son cristales únicos y luminosos, imbuidos de una energía vital, que se encuentran en los corazones de algunas de las bestias monstruosas más grandes y peligrosas que aún habitan las Tierras de Thadll. Se estableció un nuevo sistema de clasificación y valoración para estas piedras, certificando su pureza y poder, lo que las convirtió en la moneda actual.

Actualmente, nos encontramos en la Tercera Edad, mucho tiempo después del final de la Primera Era. Las escamas de dragón de aquella época se han convertido en reliquias de incalculable valor, objetos de colección para los más ricos o artefactos para los eruditos, no en moneda corriente. La Hucha del Dragón las sigue aceptando, pero ahora como objetos de arte o componentes mágicos raros, guardándolos en una bóveda santificada y separada, reverenciando el legado que forjó su existencia.

Hoy, La Hucha del Dragón sigue siendo un banco forjado en la adversidad y la resiliencia. Sus bóvedas no son ornamentadas, sino robustas y funcionales, construidas para resistir ataques y saqueos de monstruos. Sigue siendo el centro financiero de Liefenb, ofreciendo préstamos para la adquisición de armas, fortificaciones o suministros esenciales para la supervivencia en Thadll. También funciona como armería y casa de empeño de alto valor, donde artefactos obtenidos de la caza de monstruos pueden ser intercambiados por Piedras de Sangre de Cristal. Cada Piedra de Sangre en sus bóvedas cuenta una historia de una bestia derrotada y una victoria ganada, un eco de la era original de las escamas de dragón, pero con una mirada firme hacia la supervivencia de la Tercera Edad.