Orígenes en la Oscuridad
Antes de convertirse en la sombra que aterroriza a los
elfos, Ur-Thalek fue un mortal como cualquier otro. Su nombre original
ha sido olvidado, enterrado bajo siglos de condena y leyendas que lo describen
como un monstruo nacido del abismo. Sin embargo, los registros más antiguos de Valarion
mencionan su existencia en los días previos a la Guerra de los Cetros,
cuando aún servía como Maestre Arcano del reino.
Ur-Thalek no siempre fue un enemigo de los elfos. En su
juventud, era uno de los magos más brillantes del Círculo Estelar, con
un dominio de las energías cósmicas y una profunda devoción por la naturaleza
de la magia. Pero el deseo de conocimiento lo llevó a explorar los límites
prohibidos: los rituales que otorgaban poder sobre la vida y la muerte. Fue
entonces cuando descubrió los Textos del Abismo, pergaminos malditos que
hablaban de las fuerzas que existían más allá de la mortalidad.
Los reyes de Valarion, temerosos de la influencia de
su investigación, lo condenaron al exilio, prohibiéndole practicar
cualquier forma de nigromancia. Enfurecido por la traición de sus propios
hermanos élficos, Ur-Thalek desapareció, refugiándose en las profundidades de Nekhron,
el desierto maldito donde la muerte y la sombra se fusionan.
La Ascensión del Nigromante
Durante siglos, Ur-Thalek se aisló en los oscuros templos
enterrados de Nekhron, donde la magia nigromántica era más fuerte. Allí,
abandonó su forma mortal, sacrificando su propio cuerpo en un ritual que lo
convirtió en algo más que un elfo: un ser atrapado entre la vida y la
muerte, un huésped del Abismo.
Su nueva forma es imposible de describir con exactitud, pues
cambia dependiendo del lugar donde se manifiesta. Su piel ya no es carne, sino
un tejido de sombras en constante movimiento, como si estuviera formado por una
neblina negra imposible de tocar. Sus ojos son dos llamas verdes, sin
pupilas, sin humanidad, reflejando el hambre de aquellos que fueron olvidados.
Se dice que no camina, sino que se desliza por el aire,
como si no tuviera peso. No habla con palabras normales, sino con una voz que retumba
en la mente de quienes lo escuchan, como el eco de los muertos llamando
desde el otro lado.
Sus ropajes, conocidos como los Harapos del Primer
Necromante, están tejidos con sombras líquidas y energía corrupta. Con
ellos, puede conjurar tormentas de almas y absorber la esencia vital de sus
enemigos.
El Ejército de los Olvidados
Ur-Thalek no lucha solo. Durante su exilio, rescató los
cadáveres de aquellos que habían perecido en la Guerra de los Cetros,
reanimándolos como sus siervos inmortales. Sus guerreros no son simples muertos
vivientes: son los antiguos reyes y generales de Valarion, condenados a
servirle hasta el fin de los tiempos.
Los más temibles entre sus siervos son los Seis Espectros
Ancestrales, los traidores que causaron la caída de Valarion. Ahora, son
sombras sin voluntad propia, atrapadas en un ciclo de servidumbre eterna,
incapaces de resistirse al poder del nigromante.
También controla los Necrófagos de Nekhron, criaturas
que alguna vez fueron elfos, ahora convertidos en monstruos sin mente,
devoradores de almas.
Sus Poderes
Ur-Thalek es el maestro absoluto de la nigromancia. Sus
poderes incluyen:
- Resurrección
Impía: Puede levantar cualquier cadáver, sin importar cuánto tiempo
haya estado muerto.
- Corrupción
de la Vida: Las plantas mueren a su paso, los ríos se oscurecen, la
luz del sol desaparece cuando entra en batalla.
- Absorción
de Almas: Roba la esencia vital de quienes lo enfrentan, haciéndose
más fuerte con cada víctima.
- Invocación
de Sombras: Puede llamar a espectros y entidades del Abismo para
luchar a su lado.
- Magia
Profana: Sus hechizos pueden convertir aliados en enemigos, sumir a
los guerreros en pesadillas, y hacer que la realidad misma tiemble.
Su Último Juramento
Ur-Thalek no busca simplemente destruir los elfos. Él quiere
venganza. En su mente, los Tres Reinos de Valarion le deben un
castigo por lo que hicieron.
"Fueron ustedes quienes me convirtieron en esto. Y
ahora, serán ustedes quienes ardan en mi oscuridad."
Su objetivo es destruir la luz de Thal’dor, Idril y
Thyndrael, y convertirlos en su reino de sombras. No quiere la muerte
rápida. Quiere que los elfos recuerden quién los condenó.
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