Dragones menores de Beldar: Glacius, el Frío Corazón

 Glacius, el Frío Corazón



Glacius, el Frío Corazón, surgió de las inhóspitas tierras del Norte, donde los vientos gélidos y las vastas extensiones heladas dominaban el paisaje. Su origen está ligado a la esencia misma del invierno, un poder que se manifestó en la forma majestuosa de un dragón que personificaba la fuerza y la implacabilidad del frío.

Su nacimiento fue marcado por una tormenta de nieve sin igual, un fenómeno natural que anunciaba la llegada de un nuevo señor de las tierras heladas. Desde sus primeros momentos de existencia, Glacius demostró una afinidad única con el hielo y la nieve. Las placas de hielo se formaban a su paso, y sus rugidos resonaban como el viento cortante a través de los glaciares.

La guarida de Glacius se encuentra en una caverna gélida, esculpida por la propia naturaleza para servir como refugio del dragón. Estalactitas de hielo relucen en la oscuridad, y la temperatura dentro de la cueva es tan baja que incluso el aire parece cristalizarse. Glacius reposa sobre un lecho de hielo centenario, emanando una presencia majestuosa y helada.

A medida que Glacius se desplaza por las tierras del Norte, deja a su paso un rastro de invierno. Las tormentas de nieve lo siguen, creando un paisaje blanco y silencioso dondequiera que vaya. Sin embargo, a pesar de su naturaleza implacable, algunos habitantes de las regiones heladas lo consideran un protector, ya que su presencia ahuyenta a bestias feroces y mantiene el equilibrio en el ecosistema.

Los elfos del Norte, conocedores de las fuerzas de la naturaleza, han entrelazado sus leyendas con la figura de Glacius. Cuentan historias de cómo, en tiempos de necesidad, los líderes de las tribus buscaban la bendición de Glacius para garantizar una temporada de caza exitosa y protección contra los peligros del invierno.

El aliento de Glacius es un congelador implacable. En la batalla, puede lanzar rayos de hielo que petrifican a sus enemigos, dejándolos atrapados en un estasis de frío. Los copos de nieve que caen cuando Glacius vuela son considerados por algunos como bendiciones del dragón, augurios de buena fortuna para aquellos que los encuentran.

La leyenda de Glacius, el Frío Corazón, resuena en las noches de invierno y en las auroras boreales que iluminan los cielos del Norte. Su figura imponente es tanto temida como reverenciada, un recordatorio constante de la majestuosidad y la crueldad inherentes a las fuerzas de la naturaleza en Beldar.


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Habilidad: Ataque silencioso