Alden Martell provenía de una familia de clérigos
consagrados al servicio religioso desde generaciones atrás. Desde su infancia,
mostró una inclinación innata hacia la fe y la devoción a su deidad. Su
compromiso con el servicio religioso fue inspirado por un curandero itinerante
que visitó su aldea en un tiempo de necesidad. Este curandero, con habilidades
excepcionales y un aura de sabiduría y compasión, dejó una impresión duradera
en el joven Alden. Sus palabras resonaron en su corazón, llevándolo a emprender
el camino del clérigo.
Desde entonces, Alden ha viajado por Beldar, compartiendo su
fe y ofreciendo ayuda a los necesitados. Su misión personal se ha centrado en
predicar la paz, la armonía y la compasión en nombre de su deidad, buscando
siempre aliviar el sufrimiento y brindar esperanza a aquellos que lo necesitan.
La motivación detrás de su búsqueda del diario radica en un
antiguo texto sagrado que describía un inminente resurgimiento de una oscuridad
ancestral. Este texto profético le llevó a creer que la sabiduría contenida en
el diario podría ser la clave para prevenir tal amenaza. Convencido de que este
conocimiento podría proteger tanto a la humanidad como al mundo de Beldar, se
embarcó en la búsqueda del diario.
La maldición que aflige a Alden ha sido un desafío constante
en su vida. Desde su juventud, descubrió que producía un olor único que
provocaba que un tipo específico de animal, en su caso los lobos, lo atacara
sin vacilación alguna. Ha intentado ocultarlo sin éxito, y este olor traspasa
todo, incluso la magia, de forma que los lobos siempre pueden detectarlo. Esta
maldición ha sido una carga pesada, limitando sus movimientos y condicionando
su entorno, llevándolo incluso a evitar regiones donde los lobos son
abundantes. A menudo, esto ha sido una constante prueba de su determinación y
habilidades para mantenerse alejado de los territorios de estos animales,
sabiendo que un encuentro cercano podría significar un peligro inminente.
Alden Martell forjó una amistad de gran significado con el alcalde de su ciudad
natal, un hombre respetado por su sabiduría y liderazgo, pero poco conocido más
allá de los límites de su comunidad. Este alcalde, llamado Richard Langton, no
solo era una figura influyente en el ámbito político, sino también un defensor
de las artes curativas y un apasionado por el bienestar de su pueblo.
La amistad entre Alden y el alcalde Langton se originó
durante la infancia de Alden, cuando el alcalde ofreció apoyo y orientación al
joven, reconociendo su dedicación al servicio religioso y su habilidad para
ayudar a los demás. A lo largo de los años, Alden encontró en el alcalde
Langton no solo un mentor, sino también un amigo comprensivo y sabio.
Alden Martell se convirtió en un colaborador leal del
alcalde Langton, trabajando juntos para mejorar las condiciones de vida en su
comunidad y brindando asistencia a los necesitados. La relación entre ellos se
fortaleció a medida que compartían preocupaciones y responsabilidades, unidos
por su compromiso común de hacer del mundo un lugar mejor.
La conexión con el alcalde Langton ha sido una guía para
Alden, quien valora la sabiduría y el liderazgo ejemplar de su amigo en la
búsqueda del bienestar de su ciudad y sus habitantes. La influencia del alcalde
Langton ha sido un faro de inspiración para Alden, guiándolo en su camino como
clérigo y manteniendo viva la llama de su determinación para ayudar a los
demás.
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Escudo familiar Martell |
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